En sí no existe lo micro y lo macro como entidades absolutas, y mucho menos como entidades relativas como podría esperarse, en sí lo que no existe es su indiferenciación, sino más bien su compatibilidad, su relación, su aprehensión y compresión como evolución y nueva estética de nuestra actualidad epistémica, o estrictamente hablando, como antigua estética de la episteme presocrática y metafísica antigua. No obstante, sin ánimos de ser determinista, creo que obedecemos a la siguiente lógica, según lo que Prigogyne ha formulado: mientras mayor es la precisión y la coherencia, para nuestro caso, de las teorías micros, mayor es su inestabilidad, y así, por tanto deviene su transformación en teorías macros, y así mismo desde lo inverso, lo que quiere decir es que no sabríamos a qué juego entrar… quién podría decir que absolutamente prevalece lo macro sobre lo micro, o lo micro sobre lo macro, sino sólo con probabilidad discursiva o pasional.
domingo, 3 de enero de 2010
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